- CAMINO MISIONERO -

- Encuentro Nº 5 -

- JESUCRISTO: Dios y Salvador -

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Objetivos:

Presentar a Jesucristo como Dios y Salvador, resaltando que estos son los puntos distintivos de la fe de los cristianos.

 

Marco Teórico:

Uno de los puntos centrales de nuestra fe cristiana es la afirmación de que Jesucristo es Dios (Señor) y es el único Salvador de la humanidad (Unitatis Redintegratio 1).

 

La divinidad de Jesucristo es afirmada explícitamente por los evangelistas, por el mismo Jesucristo y por los personajes que aparecen en los Evangelios (ver referencias bíblicas en el desarrollo del Encuentro).

 

Ya desde el momento de su concepción, se pone de manifiesto esta doble realidad de Jesús como Dios y Salvador. El nombre "Jesús" quiere decir "Yahveh salva". Jesucristo es Dios que viene a buscar y salvar lo que estaba perdido (cfr. Jn 10,14;Lc 19,10)

(Lecturas complementarias: CIC 430-435; 441-455; RM cap. 1)

 

Motivación:

Comenzar compartiendo que en los encuentros anteriores, vimos que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, y que Jesucristo es el cumplimiento de ese plan. Como misioneros, este es el mensaje principal que debemos llevar a los hombres. Por eso, es importante que dediquemos un tiempo a conocer más en profundidad a Jesús.

 

En cierta ocasión, Jesús quiso probar a sus discípulos y les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" (Lc 9,18). Invitar a los participantes a comenzar este camino de conocimiento de Jesucristo, partiendo de la misma pregunta. Para ello se propone compartir en pequeños grupos un folleto en el cual se presenta a Jesucristo a personas que no lo conocen.

 

"Incluso muchas personas que no son cristianas creen que El fue un sabio y un gran maestro. No cabe duda que fue una de las personas más influyentes de todos los tiempos" (The World Book Ecyclopedia). ¿De quién se trata? De Jesucristo, el fundador del cristianismo. ¿Sabe usted quién es? ¿Influye en su vida de algún modo?

 

Los sucesos del ministerio de Jesús están recogidos en cuatro libros de la Biblia llamados Evangelios. ¿Hasta qué punto son auténticos? Tras analizarlos, el famoso historiador Will Durant escribió: "El que unos pocos hombres sencillos hubiesen podido, en una generación, haber inventado una personalidad tan poderosa y atractiva, una ética tan elevada y una concepción tan confortadora de la hermandad humana, sería un milagro mucho más increíble que cualquiera de los consignados en los Evangelios".

No obstante, para millones de personas de Oriente y de otros lugares, Jesucristo es un extraño. Tal vez crean que existió, pero no piensan que tenga relación alguna con su vida. Lo invitamos a conocer quién es Jesús realmente y cómo puede cambiar su vida.

 

El Amor: el consejo de Jesús

Jesucristo fue un gran maestro que vivió en Palestina hace casi dos mil años. Se sabe muy poco de su infancia. Cuando cumplió 30 años, emprendió el ministerio de "dar testimonio acerca de la verdad" (Lc 3,21-23), ministerio que duró tres años y medio.

 

Durante su ministerio, Jesús dio a sus discípulos la clave para resolver diversos problemas de la vida. ¿Cuál? El Amor. En uno de los discursos más conocidos de la historia, el Sermón del Monte, Jesús enseñó a sus discípulos a manifestar amor a sus semejantes. Dijo: "Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes tienen que hacérselas a ellos". (Mt 7,12). Y se refería a todos, hasta a los enemigos: "Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen" (Mt 5,44). ¿No resolvería tal amor muchos de los problemas a los que nos enfrentamos actualmente? El guía hindú Mahadma Gandhi, pensaba que sí. Dijo: "Cuando obremos en conformidad con las enseñanzas de Cristo en este sermón del Monte, habremos resuelto los problemas del mundo entero". Si las enseñanzas de Jesús sobre el amor se llevan a la práctica, pueden curar los males de la humanidad.

 

Su amor en acción

Jesús practicó lo que enseñó. Antepuso los intereses del prójimo a los suyos propios y demostró el amor en acción. Cierto día, él y sus discípulos estuvieron atendiendo a muchas personas sin sacar tiempo para comer. Jesús vio la necesidad de que sus discípulos descansaran un poco, así que se fueron a un lugar solitario. Pero la multitud se les adelantó y estaba esperando a que llegaran. ¿Cómo hubiéramos reaccionado nosotros si nos hubiésemos encontrado en esa situación? Pues él "se enterneció por ellos" y "comenzó a enseñarles muchas cosas" (Mc 6,30-34). Ese fuerte sentimiento de compasión lo motivó a dar ayuda a los demás. Las acciones de Jesús a favor de otras personas no se limitaron a impartir enseñanza espiritual. También brindó ayuda práctica. Una vez, alimentó a 5.000 hombres, además de mujeres y niños, que le estuvieron escuchando hasta tarde. Y lo hizo con tan solo usó cinco panes y dos pescados (Mt 14,14-21). ¿Fueron milagros? En efecto, Jesús hizo milagros. El curó a muchos enfermos: sanó a ciegos, cojos, leprosos y sordos, e incluso levantó a muertos (Lc 7,22; Jn 11,30-45). A él lo motivaba un intenso deseo de ayudar. Mediante esos milagros demostró su amor a los afligidos.

¿Es difícil de creer? Bueno, Jesús realizó la mayoría de sus milagros en público. Hasta sus opositores, que lo criticaban en todo momento, no pudieron negar el hecho de que hacía milagros (Jn 9,1-34). Además, estos tenían un propósito. Ayudaron a la gente a identificarlo como aquel a quien Dios había enviado (Jn 6,14). Un examen breve de las enseñanzas y la vida de Jesús hace que sintamos cariño por él y que deseemos imitar su amor.

No obstante, esa no es la única manera en que puede influir en nuestra vida. El no fue sólo un gran maestro que enseñó el amor. Reveló asimismo que antes de venir a la tierra, el ya existía como el Hijo unigénito de Dios (Jn 1,14; 3,16). La Biblia enseña que después de morir aquí en la tierra, fue resucitado y que ahora está entronizado como Rey del Reino de Dios (Ap 11,15). Jesús dijo: "En esto consiste la vida eterna: el que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo" (Jn 17,3; 20,31). En efecto, adquirir conocimiento de Jesucristo puede significar vida sin fin en el Paraíso. ¿Cómo es posible? ¿Por qué no aprende más sobre él y ve cómo "el amor que Cristo tiene nos obliga a imitarlo"? (2Co 5,14).

 

Junto al folleto, se entregan las siguientes consignas de trabajo:

 

 

La intención es que, al poner en común el trabajo de los pequeños grupos, surja lo siguiente:

 

 

Este folleto no es de origen cristiano. Es un folleto utilizado por los testigos de Jehová en su predicación. En él, se dejan de lado los dos aspectos más importantes de Jesucristo: que es Dios y Salvador. Precisamente, estos son los dos puntos distintivos de nuestra fe, que marcan la diferencia entre la fe de los cristianos y los que no lo son. En las cartas, los primeros cristianos dan testimonio de esto:

 

2Pe 1,1

Simón Pedro, servidor y Apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra.

Tit 2,13

…mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús.

 

El decreto sobre el Ecumenismo "Unitatis Redintegratio", del Concilio Vaticano II, en su artículo 1, define como cristianos a todos aquellos que profesan su fe en el Dios uno y trino, y confiesan a Jesucristo como Señor (Dios) y Salvador. Este es el distintivo de la fe de los cristianos.

 

Entregar las siguientes citas para ser trabajadas en pequeños grupos, con la consigna de encontrar cuál es el mensaje de todas ellas, y por qué están separadas en tres grupos:

 

Jn 1,1

Jn 1,18

Jn 20,28

1Jn 5,20b

Jn 10,30

Jn 14,8.9b

Mc 2,5-7

Jn 5,18

 

 

Los textos completos de las citas anteriores son los siguientes:

 

Jn 1,1

Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios

Jn 1,18

Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que es Dios y está en el seno del Padre.

Jn 20,28

(luego de su resurrección, Jesús se aparece a los doce…) Tomás respondió: "Señor mío y Dios mío"

1Jn 5,20b

…y nosotros permanecemos en el que es Verdadero, en su Hijo Jesucristo. El es el Dios verdadero y la Vida eterna.

Jn 10,30

El Padre y yo somos una sola cosa

Jn 14,8.9b

Felipe le dijo (a Jesús): "Señor, muéstranos al Padre" (…). Jesús le respondió: (…) "El que me ha visto, ha visto al Padre"

Mc 2,5-7

(curación de un paralítico) Jesús dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados". Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: "¿Qué está diciendo este hombre?". ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?

Jn 5,18

…pero para los judíos esta era una razón para matarlo, porque (…) se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

 

Al poner en común lo trabajado en los pequeños grupos, surgirá lo siguiente:

 

 

Por último, se propone compartir los pasajes del Nuevo Testamento que dan testimonio de que Jesús es Salvador. Para ello se reparten las siguientes citas, que serán leídas en plenario:

 

Mt 1,21

(el Angel a José) Ella (María) dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.

Lc 2,11

(el Angel a los pastores) Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.

Lc 19,10

El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

He 5,31

A el (Jesús) Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.

He 13,23

De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús.

1Tim 1,15

Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mudo para salvar a los pecadores, y yo soy el peor de ellos.

1Jn 4,14

Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo.

 

Ya desde el momento en que Jesús es concebido, se pone de manifiesto esta doble realidad de Jesús como Dios y Salador. El nombre "Jesús", quiere decir "Yahvéh salva" (Jeho = Yahvéh, shua = salva). Jesús manifiesta explícitamente que su misión es buscar y salvar lo que estaba perdido, y así lo atestiguan los primeros cristianos en sus discursos y cartas.

 

Oración Final:

Invitar a los participantes a rezar a Dios, agradeciéndole por no dejar a los hombres solos, a pesar de haber optado por alejarnos de El, y por enviarnos un Salvador. Puede pedirse también a Jesucristo que nos ayude a conocerlo cada vez mejor para poder ser testigos suyos.

 

 

 

Apéndice

A continuación, a modo de apéndice, se presenta el folleto para ser utilizado para la motivación del Encuentro.

 

¿Es difícil de creer? Bueno, Jesús realizó la mayoría de sus milagros en público. Hasta sus opositores, que lo criticaban en todo momento, no pudieron negar el hecho de que hacía milagros (Jn 9,1-34). Además, estos tenían un propósito. Ayudaron a la gente a identificarlo como aquel a quien Dios había enviado (Jn 6,14). Un examen breve de las enseñanzas y la vida de Jesús hace que sintamos cariño por él y que deseemos imitar su amor.

No obstante, esa no es la única manera en que puede influir en nuestra vida. El no fue sólo un gran maestro que enseñó el amor. Reveló asimismo que antes de venir a la tierra, el ya existía como el Hijo unigénito de Dios (Jn 1,14; 3,16). La Biblia enseña que después de morir aquí en la tierra, fue resucitado y que ahora está entronizado como Rey del Reino de Dios (Ap 11,15). Jesús dijo: "En esto consiste la vida eterna: el que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo" (Jn 17,3; 20,31). En efecto, adquirir conocimiento de Jesucristo puede significar vida sin fin en el Paraíso. ¿Cómo es posible? ¿Por qué no aprende más sobre él y ve cómo "el amor que Cristo tiene nos obliga a imitarlo"? (2Co 5,14).

¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

"Incluso muchas personas que no son cristianas creen que El fue un sabio y un gran maestro. No cabe duda que fue una de las personas más influyentes de todos los tiempos" (The World Book Ecyclopedia). ¿De quién se trata? De Jesucristo, el fundador del cristianismo. ¿Sabe usted quién es? ¿Influye en su vida de algún modo?

 

Los sucesos del ministerio de Jesús están recogidos en cuatro libros de la Biblia llamados Evangelios. ¿Hasta qué punto son auténticos? Tras analizarlos, el famoso historiador Will Durant escribió: "El que unos pocos hombres sencillos hubiesen podido, en una generación, haber inventado una personalidad tan poderosa y atractiva, una ética tan elevada y una concepción tan confortadora de la hermandad humana, sería un milagro mucho más increíble que cualquiera de los consignados en los Evangelios".

 

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No obstante, para millones de personas de Oriente y de otros lugares, Jesucristo es un extraño. Tal vez crean que existió, pero no piensan que tenga relación alguna con su vida. Lo invitamos a conocer quién es Jesús realmente y cómo puede cambiar su vida.

El Amor: el consejo de Jesús

Jesucristo fue un gran maestro que vivió en Palestina hace casi dos mil años. Se sabe muy poco de su infancia. Cuando cumplió 30 años, emprendió el ministerio de "dar testimonio acerca de la verdad" (Lc 3,21-23), ministerio que duró tres años y medio.

 

Durante su ministerio, Jesús dio a sus discípulos la clave para resolver diversos problemas de la vida. ¿Cuál? El Amor. En uno de los discursos más conocidos de la historia, el Sermón del Monte, Jesús enseñó a sus discípulos a manifestar amor a sus semejantes. Dijo: "Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes tienen que hacérselas a ellos". (Mt 7,12). Y se refería a todos, hasta a los enemigos: "Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen" (Mt 5,44). ¿No resolvería tal amor muchos de los problemas a los que nos enfrentamos actualmente? El guía hindú Mahadma Gandhi, pensaba que sí. Dijo: "Cuando obremos en conformidad con las enseñanzas de Cristo en este sermón del Monte, habremos resuelto los problemas del mundo entero". Si las enseñanzas de Jesús sobre el amor se llevan a la práctica, pueden curar los males de la humanidad.

 

Su amor en acción

Jesús practicó lo que enseñó. Antepuso los intereses del prójimo a los suyos propios y demostró el amor en acción. Cierto día, él y sus discípulos estuvieron atendiendo a muchas personas sin sacar tiempo para comer. Jesús vio la necesidad de que sus discípulos descansaran un poco, así que se fueron a un lugar solitario. Pero la multitud se les adelantó y estaba esperando a que llegaran. ¿Cómo hubiéramos reaccionado nosotros si nos hubiésemos encontrado en esa situación? Pues él "se enterneció por ellos" y "comenzó a enseñarles muchas cosas" (Mc 6,30-34). Ese fuerte sentimiento de compasión lo motivó a dar ayuda a los demás.

 

Las acciones de Jesús a favor de otras personas no se limitaron a impartir enseñanza espiritual. También brindó ayuda práctica. Una vez, alimentó a 5.000 hombres, además de mujeres y niños, que le estuvieron escuchando hasta tarde. Y lo hizo con tan solo usó cinco panes y dos pescados (Mt 14,14-21). ¿Fueron milagros? En efecto, Jesús hizo milagros. El curó a muchos enfermos: sanó a ciegos, cojos, leprosos y sordos, e incluso levantó a muertos (Lc 7,22; Jn 11,30-45). A él lo motivaba un intenso deseo de ayudar. Mediante esos milagros demostró su amor a los afligidos.

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