- CAMINO MISIONERO -

- Encuentro Nº 7 -

- EN BUSCA DE DIOS -

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Objetivo:

Compartir acerca del camino recorrido por cada uno en el conocimiento de Dios

 

Marco Teórico:

Dios no está lejos de nosotros: El se deja encontrar por aquellos que lo buscan (cfr. He 17,27). Nuestra vida es una continua búsqueda de Dios. Cada uno recorre su propio camino hacia Dios, cada uno lo encuentra de manera distinta, pero al encontrarlo, se produce en todos el mismo efecto: somos salvados y recuperamos la amistad con El y la felicidad, puesto que sólo en comunión con Dios podemos realizar plenamente nuestra vida humana y nuestra vocación.

(Lecturas complementarias para el animador: CIC 27-43)

 

Motivación: La Búsqueda del Tesoro

Invitar a los jóvenes a realizar una búsqueda del Tesoro. Divididos en grupos y con una Biblia en mano cada grupo deberán seguir las pistas hasta encontrar el tesoro. Las pistas consistirán en citas bíblicas que tendrán que buscar, y su contenido les indicará el lugar donde se encuentra la pista siguiente, y así hasta llegar al tesoro. Algunas ideas para pistas son las siguientes:

 

 

Luz: Jn 8,12

Silla: Ap 20,11

Agua: Jn 7,37-38

Mesa: Ex 25,23

Cuadro: Ez 8,12

Piedra: Gn 31,45

Curz 1Cor 1,18

Eucaristía: Mt 26,26

Campanas: 1Cor 13,1

Puerta: Ap 3,20

Virgen: Lc 1,26-27

Ventana: Gn 8,6-7

Plantas: Gn 1,11-12

 

 

 

 

El tesoro puede consistir en una bolsa de caramelos o chupetines, o algo para compartir con todo el grupo. De esta manera, el tesoro no es para el que lo encuentra, sino para todos. Junto al tesoro, debe figurar la siguiente cita que deberá ser leida antes de abrirlo: Mt 13,44 ("El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. Un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría vende todo lo que posee y compra el campo").

 

Actualización

Como nos lo cuenta Jesús en esta comparación, Dios también es un tesoro escondido, al cual hay que buscar. Nuestra vida ha sido, y continúa siéndolo, una continua búsqueda de este tesoro que es Dios. El objetivo de este encuentro es compartir cómo cada uno de nosotros hemos encontrado a Dios.

 

Pero antes, veremos a algunas personas que también econtraron a Dios en sus vidas en la persona de Jesús.

 

Encontraron a Jesús

Repartir para trabajar en grupos las siguientes citas de personas que se encontraron con Jesús. Se propone descubrir en cada cita:

 

Para ello se propone que cada grupo confeccione un cuadro como el siguiente:

 

Quién

Cómo

Qué ocurre

Leproso (Mt 8,1-4)

El leproso busca a Jesús y le pide que lo cure

El leproso es curado

Suegra de Pedro (Mt 8,14-15)

Jesús llega a su casa y la ve enferma

La mujer es curada

Niña (Mt 19,18-19.23-26)

La madre de la niña busca a Jesús

La niña es vuelta a la vida

Mujer (Mt 9,20-22)

La mujer ni si quiera le pide a Jesús

La mujer es curada

Mudo (Mt 9,32-33)

El mudo es conducido hacia Jesús por unos amigos

El mudo es curado

Ciego (Jn 9,1.6-7)

Jesús lo cura por propia iniciativa

El ciego es curado

 

 

A continuación se hace notar que todos han llegado a encontrar a Jesús de manera distinta, y que el fruto ha sido en todos los casos muy similar. En plenario buscan identificar el fruto en común, que es el ser curado, sanado, resucitado: en resumen salvado. Luego, pedir a cada grupo que identifique las distintas maneras en las que estas personas llegaron a Jesús. La intención es que se llegue a lo siguiente:

 

Quién

Cómo llega a encontrarse con Jesús

Leproso

El busca a Jesús y pide ser curado

Suegra

Jesús llega a ella por casualidad

Niña

Otro busca a Jesús y lo lleva hacia ella

Mujer

Busca que Jesús la cure pero sin pedírselo

Mudo

Unos amigos lo llevan hacia Jesús

Ciego

Jesús lo busca a él por propia iniciativa

 

Interiorización

De estos episodios podemos ver que de muchas maneras se puede llegar a Dios. Ya sea que nosotros lo busquemos solos, o que alguien nos lleve hacia El, o que El venga a nuestras vidas por propia iniciativa. Ahora vamos a ver cómo llegamos nosotros a conocer a Dios. Para ello pueden ser útiles las siguientes preguntas para ser meditadas individualmente y concluir compartiéndolas en plenario:

 

 

 

Como conclusión y para introducir la oración, puede contarse el siguiente cuento:

 

Buscando el mar

"Usted perdone, -le dijo un pez a otro- es usted más viejo que yo, y con más experiencia que yo, y probablemente podrá usted ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes sin resultado."

 

"El Océano -respondió el viejo pez- es donde estás ahora mismo".

"¿Esto? -replicó el joven pez totalmente decepcionado- Pero si esto no es más que agua... ¡Lo que yo busco es el Océano! -y diciendo esto se marchó a buscar en otra parte.¡Deja de buscar, pequeño pez! No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar tranquilo, abrir los ojos y mirar. ¡No puedes dejar de verlo!

 

Dios está más cerca de nosotros de lo que imaginamos. Es más, el quiere dejarse encontrar por nosotros. Solo hace falta que estemos atentos y busquemos en el lugar acertado.

 

 

Oración Final

Invitar a los participantes a que como oración final, agradezcan a Dios por haberse dejado encontrar en sus vidas, y que le pidan que los ayude a continuar en esta búsqueda para conocerlo y amarlo cada vez más. Puede cantarse el canto "Tan cerca de mí".

 

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