MINISTROS DE LA COMUNION ¿MISIONEROS?

EL SERVICIO A LOS ENFERMOS Y ANCIANOS MISIONEROS

Descarga el "Pequeño Manual del Ministro de la Comunión, servidor de los Enfermos y Ancianos Misioneros"

¿De qué misión estamos hablando?

Primero que nada, es necesario aclarar qué se entiende por Misión y por Misionero. Podemos distinguir dos usos bien diferenciados de la palabra misión:

 

 1.- La Misión general de todo bautizado: Decimos que la Iglesia es Misionera porque ha recibido de Jesucristo el encargo (misión) de evangelizar, es decir, de hacer que toda la humanidad conozca a Jesucristo y viva en comunión con El. Todos los miembros de la Iglesia, participan de esta misión, en tanto que con su testimonio de vida cristiana proclamen a Jesucristo a los demás. En este sentido, cualquier cristiano estaría cumpliendo con su misión con el simple hecho de ser un buen cristiano, porque estaría anunciando a Jesucristo con su vida  en su familia, en su trabajo, etc. De la misma manera, podría decirse que todo lo que hace la Iglesia está ordenado a dar cumplimiento a esta misión. Pero no es a este uso del término misión al que hace referencia este folleto, sino al que se da a continuación.

 

2.- La Misión específica o Actividad Misionera propiamente dicha: Dentro de todas las acciones y actividades que desarrolla la Iglesia, existen algunas que específicamente están orientadas al anuncio del Evangelio a los no creyentes y a los cristianos alejados. En este sentido, Dios llama particularmente a algunos hombres y mujeres para esta vocación especial. Es a esta misión y a estos misioneros, a los que nos referimos.

 

 

Distintas formas de participar de la Misión de la Iglesia

Existen distintas formas de participar de esta Actividad Misionera de la Iglesia: la primera que se identifica con el termino “misión” es la proclamación de la Buena Noticia a los no cristianos, y más específicamente, en aquellos lugares donde la Iglesia no está establecida.

 

No obstante, existen otras maneras igualmente válidas de participar de la misión. Entre ellas se destacan la Cooperación  y la Animación Misionera.

 

La Cooperación Misionera es una forma de participar de la misión universal de la Iglesia, mediante la cual, todos, aún cuando su situación de vida no les permita realizar una actividad misionera específica, pueden colaborar con ésta, desde su propio lugar. La cooperación misionera permite  que toda la Iglesia Particular participe y colabore activamente con la misión universal de la Iglesia. Esta cooperación misionera se realiza principalmente de dos maneras:

 

* Cooperación Espiritual: la oración y el sacrificio ofrecido por los misioneros, son el motor de la misión y la fuente de gracias y fuerza para los misioneros.

 

* Cooperación Material: la colaboración con dinero u otros bienes, constituye un aporte fundamental para el sostenimiento de las misiones y los misioneros.

 

La Animación Misionera procura suscitar, avivar y sostener el espíritu misionero universal de todos los bautizados, de manera que se interesen por las misiones y nazcan así vocaciones misioneras, o cooperen con ellas.

 

¿Cómo puede el Ministro de la Comunión ser Misionero?

Entre los servicios que presta el Ministro de la Comunión, ocupa un lugar destacado la visita a los enfermos y ancianos para acercarles la Eucaristía. Este servicio es invalorable, puesto que acerca al mismo Jesucristo al lecho del enfermo y del anciano. Pero el Ministro de la Comunión, puede aún hacer algo mucho más grande: puede transformar la vida del enfermo o del anciano, invitándolo a ser él también misionero…

 

De esta manera, el Ministro de la Comunión puede ser un animador misionero de los enfermos y ancianos, e invitarlos a ellos a realizar cooperación misionera. Esto es lo que se llama Pastoral Misionera con Enfermos y ancianos.

Talleres "Ministros de la Comunión Misioneros -
Taller sobre el Servicio de Enfermos y Ancianos Misioneros"

 

La Pastoral Misionera con los Enfermos y Ancianos

"Cumplo en mi carne lo que le falta a la Pasión de Cristo" (Col 1,24)

La Pastoral Misionera con los Enfermos y Ancianos busca que los enfermos, los que sufren, los limitados físicos, etc., descubran su situación como un llamado al seguimiento más cercano del Señor, para ser transformados en sus discípulos predilectos mediante su Palabra y los sacramentos con el fin de que sean sus apóstoles.

 

Aquellos cristianos que hacen descubrir a los enfermos esta dimensión profunda de su realidad cristiana, están prestando un enorme y valioso servicio, porque les abren horizontes infinitos que les permitirán renovar su fe, sentirse miembros dolientes pero útiles e invitados a participar activamente en la acción apostólica y misionera de la Iglesia.

 

Los enfermos están llamados a descubrir, con ocasión de las enfermedades, en los dolores y sufrimientos, una llamada especial del Señor para ser sus testigos con su vida, con sus palabras, con sus actitudes. El enfermo tiene la enorme y maravillosa posibilidad de identificarse con Cristo doliente en la cruz, y hacer carne propia las palabras de san Pablo: "estoy crucificado con Cristo y ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí. Vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí"  (Gal 2,19b-20).

 

De esta realidad de fe nace la dimensión misionera universal del enfermo y su dolor: "cuando yo sea levantado en la cruz, atraeré a todos hacia mí", dice Jesucristo (Jn 12,32). La vida del enfermo convertida en ofrenda desde la cruz de su dolor, adquiere las mismas dimensiones del acto Redentor de Cristo por la salvación del mundo entero. El enfermo, puede cooperar en la obra evangelizadora universal, uniéndose a ella con su sacrificio, sus oraciones, su debilidad, sus soledades, sus abandonos, sus limitaciones, sus lágrimas (cooperación misionera espiritual).

 

Aunque parezca difícil, desde su cama, el enfermo puede ser misionero con sentido universal, apoyar con su propio sacrificio la obra de primera evangelización, y colaborar para la conversión de los miles de millones que no conocen a Jesucristo.

 

Organización de la Pastoral Misionera con los Enfermos y Ancianos

a.- El Ministro de la Comunión: animador de los Enfermos y Ancianos

El Animador de los Enfermos y Ancianos Misioneros es el agente pastoral que se dedica a acompañar a los enfermos y ancianos de la Parroquia que aceptan el desafío de ser misioneros desde su situación de limitación, los anima, les brinda formación y animación misionera y los ayuda a cumplir su misión..

 

El Ministro de la Comunión puede incorporar al apostolado que ya realiza con los enfermos, la dimensión misionera. Y así  participa de la misión universal de la Iglesia prestando este valioso servicio de Animación Misionera.

 

b.- Los Enfermos y Ancianos Misioneros

Los Enfermos y los Ancianos son protagonistas de la misión de la Iglesia, desde la limitación propia de su enfermedad o de su edad. Pueden participar de este apostolado todos los enfermos, de cualquier edad y condición, que padeciendo una enfermedad o algún tipo de invalidez crónica o de larga duración, se sientan invitados por el Señor a unirse al dolor redentor de Cristo con espíritu misionero para colaborar en los fines de esta asociación. También los ancianos pueden sumarse a este apostolado.

 

De esta manera, los enfermos y ancianos, pueden participar de la misión universal de la Iglesia prestando este valioso servicio de Cooperación Misionera.

  

¿Y esto cómo se hace?

Las actividades específicas que realiza el Ministro de la Comunión que anima a los enfermos y ancianos misioneros son los siguientes:

 

* Informar a los enfermos y ancianos a quienes lleva la Comunión, acerca de la forma en que ellos pueden ser misioneros, e invitarlos a asumir este desafío.

 

* Despertar en los enfermos y ancianos el sentido de pertenencia a la Iglesia universal y la corresponsabilidad en la obra misionera de la Iglesia, animándolos a sentirse partícipes en la tarea misionera, mediante la oración y el ofrecimiento de la propia cruz.

 

* Motivar a los enfermos a informarse sobre la realidad misionera de la Iglesia y sobre las actividades que realiza por la evangelización en todo el mundo. Para esto existen revistas, artículos en internet, libros y folletos con testimonios de misioneros.

 

* Animar a los enfermos a ofrecer sus sacrificios, sufrimientos y oración por  todos los que no conocen a Cristo, y en especial, por los enfermos y ancianos del mundo entero, por los misioneros que ya trabajan al servicio de la misión, y por el surgimiento de nuevas vocaciones misioneras. Para esto, una herramienta muy valiosa es el Rosario Misionero.

 

* Orar por todos los enfermos del mundo, y especialmente por los Enfermos y Ancianos Misioneros, por la perseverancia de los agentes pastorales que están al servicio de los enfermos y ancianos en todo el mundo, y por el surgimiento de nuevas vocaciones destinadas a este servicio.

 

 

Este es un pequeño servicio, que puede dar inmensos frutos a la misión de la Iglesia universal, puesto que la actividad de tantos que trabajan al servicio de la evangelización de nada serviría si no hubieran detrás de ellos otros tantos “misioneros” ofreciendo su oración y sacrificios por la misión

 

 

Si quiere más información: una charla para los Ministros de su Parroquia, Materiales, etc…

Comuníquese con las Obras Misionales Pontificias - Pastoral Misionera de Salta
Cel. 1540 23630 (Miguel López Mena) - portalmisionero@hotmail.com  
María de Valdez: 4216229  - María de Rodriguez: 4321421

Web: www.saltamisionera.com.ar