La  Jornada de las Vocaciones Nativas (en algunos países conocida como Jornada del Clero Nativo) es un día especialmente dedicado a la oración y la cooperación con los jóvenes que son llamados al sacerdocio o la vida consagrada en los territorios de misión. Es promovida por la  Obra Misional Pontificia de San Pedro Apóstol, que es el organismo de la Iglesia encargado de sensibilizar al pueblo cristiano y proveer solidariamente a la formación integral de los futuros sacerdotes en tierras de Misión.   La Jornada de Vocaciones Nativas está dedicada a la oración y la cooperación con estas vocaciones en las misiones. Muy a menudo las vocaciones nativas tienen serias dificultades para seguir adelante en su formación por problemas económicos. La Jornada de Vocaciones Nativas es una nueva oportunidad para ayudar con nuestra oración y nuestros donativos, ya así ayudar así al futuro de la Iglesia universal. Se invita a toda la Iglesia a:

* ORAR POR LAS VOCACIONES: En esta jornada se pide rezar por todas las vocaciones nativas, para que el Espíritu Santo siga llamando y no falte la respuesta generosa de los jóvenes.

* AYUDAR A LAS VOCACIONES NATIVAS: Se puede colaborar económicamente con estas vocaciones, para que ninguna se frustre por falta de recursos económicos. Ayuda con donativos y becas de estudio.

Esta Jornada de las Vocaciones Nativas quiere ser, por una parte, un momento de reflexión para todos los cristianos, para hacernos concientes de que el Señor necesita del ofrecimiento generoso y alegre de personas que, habiendo descubierto la vida de Cristo, entregan su corazón al servicio del Evangelio, en especial, en las Iglesias más jóvenes. Por eso se invita a la Iglesia a unirse en oración, para pedir al Señor que los cristianos jóvenes, en especial los que viven en las Iglesias jóvenes, sean capaces de abrir su corazón al amor de Dios, que sigue contando con ellos. Esta oración no es accesoria; el mismo Jesús nos invita a rezar por esto: “Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies” (Mt 9,38).

 

Por otra parte,en los territorios de misión existen muchas vocaciones, pero escasos recursos de formación para que puedan convertirse en una realidad. Con lo recaudado en esta jornada, se financian proyectos tendientes a  ayudarlas a sortear las dificultades que se les presentan en el camino.   También se promueven  Becas para Vocaciones Nativas: Son una modalidad de ayuda a la formación espiritual, académica y pastoral de las vocaciones nativas para ayudar a sostener las necesidades de los seminarios y noviciados de los territorios de misión.   Esta Jornada también se organiza a nivel nacional, por lo que la fecha puede ser diferente en distintos países. Algunos países la hacen coincidir con la fecha de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y otros adecuan la fecha de acuerdo a sus realidades pastorales.

Breve reseña de la Obra San Pedro Apóstol

Esta Obra surgió en 1889, cuando Estefanía y Juana Bigard, madre e hija, leyeron una carta del obispo francés de Nagasaki, en la que contaba que los cristianos japoneses, por temor a la persecución, tenían miedo de acercarse a los misioneros extranjeros, lo que no ocurriría si los sacerdotes fueran naturales de su mismo país. Las dos laicas francesas comenzaron así una gran actividad para implicar a la Iglesia en el sostenimiento de las vocaciones en tierras de misión. Más tarde, en 1922, el papa Pío XI le dio el carácter de “pontificia”.